lunes, 1 de febrero de 2010

Sociedad del siglo 21, Problemas del siglo 19.

Todo el cacareo del estreno de la constitución, nos lleva a la conclusión de que el tema que probablemente explotaran las autoridades con fines electorales será que nos hemos convertido en una sociedad legislativamente moderna y con visos en términos legales de estar a la altura de sociedades avanzadísimas (con argumentos como este se logro pasar el tristemente celebre código penal), que hemos creado un ambiente propicio para las inversiones internacionales que vengan y que el liderazgo internacional que intenta obtener el gobierno se afiance, esta vez, en su propio terreno.

En términos mercadologicos la idea esta magistralmente orquestada, crea un verdadero diluvio de opinión nacional y en términos reales, da aire fresco a las autoridades, por que, saca de la escena actual (importante en año de elecciones) graves cuestiones socioeconómicas que nos afectan y a la oposición, oposición que no tiene nada que aportar al debate de las ideas y los problemas que nos afectan, todo se reduce a un ruidoso murmullo político en que el voto de cada uno de nosotros es la musa cortejada y de una extraña manera ellos saben cada 16 de mayo como conquistarla.

Vivimos un sistema legislativo y judicial del siglo 21, es lo que todos los expertos opinan, ahora bien, la sociedad se encuentra estancada en problemas que países mucho mas modestos que nosotros lograron superar con holgura, hay grandes escollos que están impidiendo a la estructura económica destrabarse, existen graves distorsiones en nuestra sociedad que no van acorde a los cambios a nivel macro que se están introduciendo, la idea, planteada por una gran parte de la población, de que la constitución no representa los intereses de la sociedad, no radica en lo que estipula constitución, radica en el hecho de que se proponen cambios y se establecen parámetros que no se cumplen y mucho menos se cumplirán.

Resulta increíble el hecho en si mismo de que la presente reforma a la constitución se haya motivado en la necesidad política del momento, sin ánimos de criticar un bando u otro, todos sabemos que en nuestra actual constitución, el eje central de la reforma fue eliminar algún: Nunca Jamás, que estaba estratégicamente ubicado delante una frase terminada en reelección.

La sociedad dominicana esta llena de contradicciones, por un lado tenemos uno de los códigos mas modernos del área, mas sin embargo, las calles están llenas de individuos de dudosa reputación con hechos dolosos comprobados, favorecidos con sentencias benevolentes que están amparadas en el infamous código.




Lo que es difícil de entender, es que con un congreso lleno de representantes “elegidos Democráticamente” por los votantes (democracia), gocemos de leyes y estamentos que la mayoría de nosotros desapoyemos y yendo mas lejos, legislaciones que van en contra de nuestros intereses, por poner un ejemplo, la legislación sobre el aborto es un chiste de mal gusto, basta con hojear los periódicos para darte cuenta la buena vida carnal que se dan los algunos contados legisladores con incautas votantes ávidas de afectos ($$), quisiera saber que soluciones propondrán ahora, cuando una criatura concebida en la calle (fuera de su hogar establecido) se les interponga en sus planes políticos futuros.

Para muestra tenemos un botón, léanse el articulo sobre la pifia en la proclamación de la constitución aparecido en la Web informativa en 7dias.com. Si mi estimada/a nos jod*mos!!!!

Lic. Oscar Feliz
Economista