Sobre el Plan de Reconstrucción en Haití

Aun se sienten las replicas de los sismos posteriores al terremoto y ya la comunidad internacional clama por articular un plan de reconstrucción, aun cuando este plantea dificultades a varios niveles y donde no se vislumbra con claridad quien lideraría económicamente las partidas necesarias para iniciarlo.

Hasta ahora, el único plan viable es el presentado por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, un plan sencillo y efectivo en que cada país se le asignará una parte de la reconstrucción, es decir, si lo que un país puede aportar son 2 escuelas es lo que se le asignará, con la salvedad que deberá velar hasta el termino de la obra, el otro de los planes que esta sobre la palestra, es un miniplan Marshall, mas amplio y hasta ambicioso ya que contempla una reconstrucción total, que abarcaría tanto la economía hasta la estructura misma sobre la cual se sostiene el estado haitiano.

Son muchos los aspectos a considerar antes de embarcarnos a opinar sobre la conveniencia que puede tener este plan para el país, trataremos de analizar algunas cuestiones que pueden ser importantes.

En primer lugar debemos saber a quien estamos ayudando, nos centramos únicamente en la reconstrucción de casas y reactivar el comercio, pero conocemos en realidad el fondo del pueblo haitiano y podremos neutralizar las circunstancias que lo han forjado, circunstancias que están incidiendo en ellos aun en el presente?, Haití es el país mas pobre del continente, no existe seguridad y el estado son algunas personas que las protege la rudimentaria policía que también se encargaba de cuidar lo poco que existía antes del terremoto, no hay instituciones de ningún tipo y menos gente que se preocupe por crearlas o mantenerlas, hablan un dialecto que a mucha lastima solo ellos entienden, los pocos que se educan lo hacen en francés o español y casi siempre después de formados emigran, entonces cabe la pregunta, quien se encargara de dar sostenimiento a los planes que se implementen?, el dinero sin administración poco puede hacer y mas si se dejan de lado las valiosas lecciones que aprendimos del impresionante crecimiento de los tigres asiáticos, durante los años 90.

Los tigres asiáticos (Hong Kong, Singapur, corea del sur y Taiwán) fueron conocidos por un espectacular crecimiento económico que permitió a estos países converger con los países del primer mundo, en cuando a crecimiento del PBI y las condiciones de desarrollo económico, eran países muy pobres (a principios de s. XIX la economía de Taiwán se podía comparar con la del país), planes de organismos internacionales ayudaron a que sus economías despegaran, pero, aun después que se ha escrito muchos sobre ellos, existen una innegable lección que las economías del mundo aprendieron de ellos, conjuntamente con el financiamiento internacional y las ayudas del exterior, ellos tenían un truco mágico bajo la manga; arduo trabajo y sacrificio. Mediante inversión en educación y apoyo a la iniciativa privada, estos países lograron aumentar la productividad total de todos los factores vinculados a la producción, aun hoy, conservan grandes niveles de vida, a pesar que las crisis los han golpeado, siguen siendo grandes, no veo eso en Haití, no lo siento en su gente, sin crecimiento y aprovechamiento de los factores económicos no se podrá lograr nada ni en Haití ni en ninguna otra economía del mundo. Entonces como se podrá sostener Haití, solo de dinero? Quien lo va administrar? Existen las condiciones de crear iniciativa privada?, todos saben las respuestas, aunque nadie las diga.
En cuanto a la infraestructura, se plantea otro problema, la inversión inicial obligatoriamente será para evaluar como crear una infraestructura sustentable en medio de uno de los países mas complejos del mundo, para hacer negocios se necesitan calles, hoteles, seguridad, gobierno e instituciones, pero las crearemos y ahora como hacemos que sigan funcionando, deben aplicarse controles y manejar la información, pero para quien o porque? En Haití esta entrando dinero a borbotones y eso de seguro traerá estabilización a cortísimo plazo, ese dinero segura circulando por algún tiempo y paulatinamente cuando el impacto mediático de la crisis acabe muchos países que hoy están presente se iran como Houdini, (desaparecerán), entonces todo el dinero que hoy fluye se ira secando y en que parara todo?, muchos se les olvida que un presidente podrá ofrecer todo lo que quiera pero en los países democráticos es el congreso o los representantes quienes aprueban, mucho del dinero ofrecido se queda sobre la mesa, es decir no llega, ni puede llegar, simplemente no existen los medios de fiscalización para recibirlo y manejarlo.

Construir no es gran problema, la capacitación de quien lo hace si, recordemos que fueron haitianos quienes construyeron los edificios que se cayeron, pensemos, quien construirá los nuevos? Si, ellos mismos, este aspecto singular será importante para países que erogan grandes cantidades de dinero para planes de construcción, y si no, debe ser importante, por que si no estarían en lo mismo o peor.

Por ultimo, que tiene Haití que pueda ser impórtate para la comunidad internacional?, culpa y mucha responsabilidad por parte de los que hoy prometen ayuda, sin olvidar el hecho de que es la primera gran crisis continental de Barak Obama y tiene que hacerse sentir en la región y ahora mas con el impulso de las fuerzas socialistas al mando de Hugo Chávez, Europa lo único que busca muy en el fondo son 2 cosas; resarcirse con ese sufrido pueblo en primer lugar y en segundo aliados en la región, ya que pensándolo con cabeza fría a todos nos agrada que países poderosos sean solidarios.

En mi humilde opinión para que cualquier plan de ayuda para la reconstrucción de nuestro vecino Haití funcione, debe ser orientado a socavar las bases en la cual esta sustentada la esencia ideológica, económica, social y cultural del pueblo haitiano, da lastima ver niños correteando en aguas negras sin que nadie haga algo por ellos, solo trasformando la base y la infraestructura en la cual se sostiene la garra y el coraje de Haití se podrá hacer algo por ellos.


Lic. Oscar Feliz
Economista